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Podemos comparar la Ortiga con una cuidadosa ama de casa. Siempre está a punto para prestar ayuda, y del mismo modo que una madre diligente tiene siempre bien limpia y arreglada toda la casa, así la Ortiga mantiene en orden todo el organismo humano, especialmente la sangre, el estómago, el canal intestinal, los riñones y los pulmones; de los cuales depende la salud. El amable lector comprenderá las virtudes curativas de la Ortiga, si piensa en el hecho de que ella contiene elementos indispensables para la vida del hombre. Particularmente notable es su contenido de calcio y hierro, en lo que aventaja notablemente a todas las demás plantas.
En muchos países el gran valor curativo de la Ortiga ha caído en casi total olvido. Por eso nos creemos obligados a resaltar sus virtudes, siempre permanentes, y concederle un lugar predominante entre todas las plantas curativas. La Ortiga es ante todo depurativa de la sangre y diurética y es un excelente remedio contra las enfermedades siguientes: afecciones de la piel,caspa, caída del cabello,reumatismo, gota, atrofia consuntiva, úlceras intestinales, anemia, hidropesía,hemorroides, enfermedades de los riñones, mucosidad de la garganta, de las vías respiratorias y de los pulmones, catarros del aparato respiratorio, catarros intestinales, diarrea, disentería, urticaria crónica, abscesos del estómago, asma, tuberculosis pulmonar, corea o baile de San Vito, nefrorragias, flujo hemorroidal, metrorragia, neumorragia, hemorragias de la nariz, sangre en la orina, etc. La Ortigaes también un remedio eficaz contra la malaria.
Las especies más conocidas son: la Ortiga espinosa, picante o pequeña (Urticaria urnes L.); la Ortiga mayor (Urticaria dioica L.); la Ortiga romana (Urticaria pilulifera L.) y la Ortiga blanca (Urticaria iners L.). La segunda y la cuarta son las más usadas, pudiéndose usar como las Espinacas. Todas las especies de Ortigas son un remedio universal de primer rango.
Pocas personas saben que la Ortiga es ideal para preparar una exquisita comida de salud que no es superada ni por la Lechuga ni por las Espinacas, ya que al mismo tiempo sirve para muchos fines de curación.
El jugo de Ortigas tiene un efecto tan purificante, fortificante y curativo que todos, jóvenes, adultos y ancianos, deberían tomar por lo menos tres vasos de jugo deOrtigas a la semana, aunque mucho mejor sería beber un vaso cada día.
En la temporada en que abundan las Ortigas, y especialmente cuando son tiernas, es conveniente hacer una cura se salud con su jugo. El efecto que tiene sobre la salud aparecerá muy pronto.
Todas las familias deberían hacer una provisión de Ortigas secas para el invierno. Así el ama de casa podría preparar en todo tiempo una tisana saludable que todos beberán complacidos, especialmente cuando hayan experimentado su gran valor curativo sobre su propio cuerpo.
Hojas de Ortigas secas, bien trituradas, sirven en invierno para sazonar las sopas y otros platos. Regularizan la digestión y combaten muchas molestias.
No se da a la Ortiga toda la importancia que merece, y si hacemos de nuevo hincapié en su gran riqueza en vitaminas y elementos minerales es para despertar su entusiasmo y moverles a emplearla en su cocina.
La Ortiga debería, además, ocupar su sitio privilegiado en la medicina casera.
Ya hemos indicado al comienzo de este artículo las sales minerales que contiene laOrtiga. En cuanto a vitaminas, es rica especialmente en Vitamina A, que tiene gran influencia sobre la construcción de los tejidos, el desarrollo de todo el organismo y el crecimiento en general. Quien quiera depurar, vivificar, reconstruir y curar su sangre, tiene que tomar jugo de Ortigas. Si falta hierro en la sangre, como ocurre en los casos de anemia, la Ortiga, y especialmente su jugo, es un remedio eficaz.
La Ortiga es también muy diurética; expulsa del cuerpo toda clase de impurezas. Sólo por eso no debería faltar en ningún hogar, ya que por el falso modo de vivir actual, todo el mundo está constantemente expuesto a recargarse de sustancias extrañas que es necesario eliminar y expulsar del cuerpo. Un remedio que nutre, depura, limpia, purifica, reconstruye y cura a la vez, como la Ortiga, merece un lugar de honor en la casa.
Por su rico contenido en calcio, silicio y hierro, la Ortiga (también la raíz) es un excelente remedio contra la tuberculosis, el asma, la hidropesía.
La Ortiga alivia, además, toda clase de hemorragias, de los pulmones, de los riñones, de la vejiga, orina con sangre, abscesos del estómago y de los intestinos, etc.
También combate eficazmente, si se emplea bastante tiempo, la ictericia.
Se comprende que así sea, pues su virtud es “limpiar”. Limpia y purifica los organismos que la ingieren. Y lo que “limpia” perfectamente, es lógico que también “cure” muy bien, pues sin “limpieza interior” no hay verdadera “curación”. No ha de extrañar pues que la Ortiga combata eficazmente toda clase de úlceras, abscesos(interior y exteriormente) e impurezas de la piel.
La Ortiga puede ser empleada en forma de compresas con el cocimiento de la planta o cataplasmas aplicadas directamente sobre erupciones de la piel, úlceras,hinchazones.
Incluso las hojas tiernas de Ortiga, que no pican, después de haberlas lavado, pueden emplearse para cataplasmas y vendajes. El éxito con la hoja fresca será mayor aún.
Los que sufren de reumatismo, gota, diabetes, cálculos biliares, deberían hacer una cura de Ortigas cada año.
Está bien comprobado que la Ortiga, especialmente el cocimiento de su raíz, es un remedio eficaz contra la caída del cabello y contra la caspa.
Siendo así, se comprende su eficacia para fomentar el crecimiento del cabello.
Vistas las excelencias y la maravillosa manera de obrar de la Ortiga, comprenderá el amable lector lo acertado de la comparación efectuada al comienzo del artículo, cuando decíamos que la Ortiga es como una diligente ama de casa, es decir, que de la misma manera que la madre cuida del orden y del arreglo de la casa, la Ortiga mantiene en orden el organismo humano.
¿Cómo puede efectuarse una cura de Ortigas?
Todo el mundo debería hacer lo posible para consumir Ortigas de una forma u otra. Sin embargo, para efectuar la cura de Ortigas, recomendamos hacerlo en primavera, es decir, cuando éstas son frescas y tiernas. En esta época, todas las plantas tienen más jugo y, por lo tanto, es mayor su poder nutritivo y curativo.
La Ortiga puede ser preparada y usada de las más diversas maneras, lo mismo que las otras plantas medicinales que sirven para comer:
- Los gajos y las hojas tiernas se preparan en ensaladas, mezclándolas con Lechuga y otras plantas silvestres y verduras.
- Estofadas, cocidas y fritas, solas o con otras plantas silvestres y verduras.
- En forma de jugo fresco acabado de exprimir. Esta es la manera preferible, ya que así se aprovechan mejor todos los elementos nutritivos y curativos. Se toman de 2 a 5 cucharadas de jugo fresco cada hora, pero no durante las comidas. También puede tomarse en ayunas, cada día, dos tacitas pequeñas. Por la noche, también se puede tomar un poco de jugo.
- En forma de tisana cruda, que se obtiene cortando las hojas tiernas (también gajos jugosos, si se quiere), que se ponen en remojo en agua fresca durante toda la noche. A la mañana siguiente, se cuela y el líquido resultante se toma a razón de dos a cinco cucharadas cada hora. De la misma manera puede tomarse el jugo exprimido (si no se prefiere beberlo de una sola vez) por la mañana o por la noche. La medicina natural obtiene un efecto mejor si se toma en pequeñas cantidades y a menudo (cada media hora o cada hora), pues este procedimiento viene a ser un ataque concéntrico sobre el centro de las enfermedades, las cuales tienen que capitular al fin, igual que una piedra grande que, bajo la fuerza de las gotas de agua que van cayendo regularmente sobre un mismo punto de ella, acaba horadándose. Lo que a veces no pueden hacer las grandes masas de agua, lo hacen las pequeñas gotas regulares y persistentes.
- En infusión: Se vierte el agua hirviendo sobre la planta fresca o seca, se tapa bien y se deja reposar así por 10 minutos; después se cuela.
- Como tisana cocida.
- Ortiga en polvo para condimentar sopas y otros platos; es muy nutritiva y saludable. El procedimiento para conseguirla no ofrece dificultad: se toman hojas bien secas y se desmenuzan entre las manos; si se quiere obtener un polvo más fino, puede emplearse un molinillo de los que venden para moler pimienta. La Ortiga en polvo es un condimento natural y agradable, apto para cualquier clase de comida.
La cura puede prolongarse cuanto tiempo se estime oportuno. Durante la cura debe comerse cada día puré de patatas. |