En un comunicado, estas organizaciones, que agrupan a la gran mayoría de empresas ligadas a la generación distribuida y el autoconsumo que operan en los campos industrial, tecnológico o de instalación, señalan que entienden que los términos actuales, contenidos en el borrador de 2013, «son muy negativos para la mejora económica, social y medioambiental del país».
La Plataforma para el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético, integrada por AIFOC, ASECE, APPA, FENIE, Sercobe y UNEF, han pedido al Gobierno que promueva el autoconsumo mediante «una correcta regulación» y que «elimine barreras» como el peaje de respaldo, que impedirán su desarrollo.
En un comunicado, estas organizaciones, que agrupan a la gran mayoría de empresas ligadas a la generación distribuida y el autoconsumo que operan en los campos industrial, tecnológico o de instalación, señalan que entienden que los términos actuales, contenidos en el borrador de 2013, «son muy negativos para la mejora económica, social y medioambiental del país».
Asimismo, piden que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo consensúe una adecuada reglamentación del desarrollo del autoconsumo y la generación distribuida con los agentes implicados, «ya que su implantación sería altamente positiva para la economía española».
De esta manera, subrayan que el autoconsumo supone beneficios «importantes» como la reducción de pérdidas en el transporte y distribución de electricidad, la disminución de la dependencia energética, de los costes extrapeninsulares o la reactivación económica e industrial.
Para reducir los efectos globales de la contaminación es importante que la sociedad esté concienciada, pues todos tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cuidar el medio ambiente en el día a día. Bluemove, una start-up española dedicada al alquiler de coches por horas, propone cinco pequeños gestos para contribuir con nuestro entorno.
El pasado 5 de junio se celebró el día Mundial del Ambiente. España ya se recicla el 73,7% de los plásticos, latas, briks y envases de papel y cartón, convirtiéndose en uno de los primeros países europeos en materia de reciclaje, según Ecoembes.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer en la lucha contra el cambio climático. De acuerdo con Greenpeace, en España este fenómeno podría llevar a la alteración de especies autóctonas, la aparición de otras invasoras, riesgos para la salud o inundaciones.
Para reducir los efectos globales de la contaminación es importante que la sociedad esté concienciada, pues todos tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cuidar el medio ambiente en el día a día. Bluemove, una start-up española dedicada al alquiler de coches por horas, propone cinco pequeños gestos para contribuir con nuestro entorno.
1. HAZ DE LAS PLANTAS UN ELEMENTO IMPRESCINDIBLE EN TU CASA:
Los cactus, las cintas, las sansevieras o las orquídeas son ejemplos de plantas que contribuyen a reducir la contaminación interior. Comprando varias macetas reduciremos la toxicidad que generan en el hogar la calefacción, el tabaco o el aire acondicionado.
2. UTILIZA EL TRANSPORTE PÚBLICO:
Los automóviles son los responsables del 80% del dióxido de nitrógeno de Madrid. Intenta coger el coche solo cuando sea imprescindible, y moverte en tu vida diaria en autobús, metro o bicicleta eléctrica.
3. COMPRA ALIMENTOS LOCALES:
Cuanto más lejana sea la procedencia de los alimentos que compramos, mayor contaminación se habrá producido en el proceso de su transporte. Por ello, una forma de contribuir con el medio ambiente es intentar consumir la comida que se produce en nuestra propia localidad o región.
4. RESPETA EL ENTORNO CUANDO VIAJES:
El turismo consciente se traduce en la realización de viajes que tengan un impacto ambiental pequeño o incluso positivo. Por ejemplo, pagando por visitar animales en un entorno salvaje, estaremos contribuyendo a conservar el hábitat natural del lugar.
5. INVIERTE EN TECNOLOGÍA SOSTENIBLE:
Existen dispositivos que permiten ayudar al medio ambiente, como las pulseras Hand Tree. Imitando la actividad de las plantas reales, absorben el dióxido de carbono del ambiente y expulsan oxígeno.
Para evitar un lento proceso de extinción. Los virus, los fitosanitarios, el clima y el abuso del hombre son las principales amenazas a las que se enfrentan las abejas, un insecto con fama de obrero infatigable, pero que hoy precisamente vive un momento bastante fatigoso, inmerso en un lento proceso de extinción.
Los investigadores de la Unidad de Apicultura del Departamento de Zoología del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 de Córdoba han diseñado un nuevo sistema para controlar las colmenas y entender cómo les afecta el cambio climático.
El encargado de este proyecto es José Manuel Flores, que lleva desde los años 80 inmerso en el mundo de la apicultura, a pesar de ser alérgico a la picadura de la abeja.
Inconvenientes para las abejas
Flores ha explicado a Efe que los principales problemas a los que se enfrentan las abejas es la utilización muy intensiva de estos insectos, con un alto nivel de exigencia, y dejándolos muy expuestos a unos fitosanitarios muy nocivos.
Frente a la acción del hombre, la fuerza de la naturaleza, las abejas están hoy expuestas al cambio climático y los cambios de temperatura, muchas veces extremos, que las confunden y las dejan desorientadas e incapaces de discernir entre la primavera y el verano.
Finalmente, el tercer factor nocivo es el parásito“varroa”, un ácaro que produce la varrosis, surgido en los años 80, y muy dañino porque expolia la sangre de las abejas y les transmite otras enfermedades víricas, que les producen una muerte prematura y les impide trabajar adecuadamente.
La pérdida de abejas fluctúa en función del año y de las condiciones meteorológicas del mismo, pero se ha mantenido constante en los últimos años, según Flores.
Los expertos han trabajado con un sistema conocido como “fondos sanitarios”, que eliminan hasta el 60 % de los parásitos pero la colmena queda expuesta a las condiciones meteorológicas.
Sistema informático para la apicultura
Este escollo se ha salvado con este nuevo sistema ideado en Córdoba y que permite comprobar hasta qué punto los fondos pueden afectar a la aparición de otras enfermedades, y estudiar como les afectan las condiciones ambientales.
Uno de sus diseñadores, Juan Luna, ha explicado que se trata de un sistema de monitorización sencillo y de bajo coste: una placa base que integra un reloj en tiempo real, una unidad de almacenamiento y unos sensores diseñados de manera específica para esta aplicación para controlar los cambios de temperatura y humedad en el interior de las colmenas y su relación con el exterior.
Esta información permitirá comprender por qué son cada vez más frecuentes las enfermedades en las abejas o cómo les puede estar afectando el cambio climático, con olas de calor y frío en épocas no habituales.
“Trabajamos una tercera versión que incorpore sensores para el pesaje de la colmena, y la contabilidad de abejas”, según Luna, que espera tener esta versión para el próximo curso.
Estas variables generarán información sobre cómo afectan las condiciones ambientales a la actividad diaria o a la longevidad de las abejas, y permitirá conocer las causas de la extinción de este insecto.
El premio a su supervivencia no amarga a nadie, puesto que es tan dulce como la miel.