Un proyecto del ingeniero estadounidense Scott Brusaw, pretende implantar una red de carreteras construidas con paneles fotovoltaicos.
De esta forma, una implantación a nivel nacional no solo sería capaz de producir energía renovable más limpia sino que además podría dar lugar al desarrollo de otras aplicaciones como sistemas de calefactado de superficies para evitar acumulaciones de hielo en las calles, la señalización por LEDs de las líneas de tráfico o la generación de nuevos sistemas de canalización de agua de lluvia para aprovechamiento por los hogares, sin contar con la enorme cantidad de datos que podrían ser utilizados en aras al desarrollo del concepto de smart city.
El proyecto fue inicialmente apoyado por empresas como Google o General Electric y tras haber conseguido fondos de la U.S. Federal Highway Administration para llevar a cabo trabajos de investigación y desarrollo con el objetivo de hacer las instalaciones autosostenibles y rentables, ahora con algún prototipo ya instalado y en pruebas, se encuentran en una fase de captación de fondos para comenzar su producción y fabricación en cadena.
Para obtener fondos, entre otras iniciativas, han lanzado el proyecto en la plataforma de crowdfunding Indiegogo donde ya han casi duplicado el millón de dólares que pretendían recaudar.