Europa frena las energías renovables Los dirigentes europeos han establecido tres objetivos en clima y energía para Europa en reducción de gases de efecto invernadero (GEI), energías renovables y eficiencia energética para 2030, a pesar de la considerable oposición de algunos gobernantes, entre ellos el presidente Mariano Rajoy.
Greenpeace lamenta que las metas fijadas sean poco ambiciosas y mantengan la dependencia europea de los combustibles fósiles. La organización censura a Rajoy por haber centrado sus esfuerzos en convertir a España en un exportador de un gas que no tiene para el resto de Europa. Los dirigentes europeos han establecido tres objetivos en clima y energía para Europa en reducción de gases de efecto invernadero (GEI), energías renovables y eficiencia energética para 2030, a pesar de la considerable oposición de algunos gobernantes, entre ellos el presidente Mariano Rajoy. Greenpeace considera que los objetivos fijados por el Consejo Europeo son poco ambiciosos, desaceleran los esfuerzos para impulsar la energía renovable y mantienen a Europa dependiente de los combustibles fósiles. «La lucha global contra el cambio climático necesita un cambio radical, pero lo que la UE está ofreciendo es un mero parche. Los ciudadanos de toda Europa quieren energías más limpias (1) y lo que están haciendo los gobiernos es poner el freno al sector renovable. Europa puede y debe hacer más por detener los impactos más devastadores del cambio climático», ha manifestado Marina Bevacqua, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace. Los dirigentes de la UE han acordado tres nuevos objetivos para 2030: uno en reducción obligatoria de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en cada Estado miembro en al menos un 40% comparado con respecto a 1990, otro para aumentar obligatoriamente la cuota de energías renovables en el mix energético europeo en al menos un 27% y un objetivo indicativo de aumento de la eficiencia energética en un 27%. Este último se revisará en 2020 y podría aumentar a un 30% (2). Greenpeace considera que la Unión Europea debería haberse comprometido a tres objetivos vinculantes: uno climático de, al menos, un 55% de reducción de emisiones internas de GEI (comparadas con 1990), un objetivo de energías renovables de un 45% y uno de eficiencia energética del 40% (comparado con 2005). Por otra parte, los Veintiocho han adoptado un objetivo para aumentar la interconexión dentro del mercado europeo a un 15% para 2030, lo que permitirá que zonas como la península ibérica puedan estar conectadas al mercado eléctrico europeo. «Rajoy ha puesto todo su esfuerzo en servir a las grandes corporaciones energéticas: su empeño en convertir a España en un ficticio mercado exportador de un gas que no tenemos (3) y en aumentar las interconexiones con Francia para vender la electricidad que aquí no usamos ha ido paralelo a su desprecio a las renovables y la eficiencia energética. Las interconexiones eléctricas favorecen la producción renovable, pero la escasez actual de esas interconexiones no es excusa para mantener el bloqueo del Gobierno a las energías limpias mientras se niega a cerrar ninguna de las centrales térmicas y nucleares, que no son necesarias», ha añadido Bevacqua. El próximo año se espera que la nueva Comisión Europea, dirigida por Jean-Claude Juncker, legisle para que los objetivos se conviertan en realidad en los Estados miembro. Esta legislación tendrá un profundo impacto en las facturas de energía, la seguridad energética y los esfuerzos para reducir las emisiones en toda Europa. «El nuevo presidente de la Comisión, Juncker y su equipo han dicho que quieren hacer de Europa el líder en energía renovable. Ahora necesitan una legislación en clima y energía que garantice ese liderazgo. Estas nuevas leyes deben dejar de otorgar privilegios a las empresas de energía sucias y contaminantes», ha subrayado Bevacqua. Si bien el acuerdo firmado por los Veintiocho es importante para el futuro de Europa, también es la base de la posición europea en las negociaciones climáticas del año próximo en la cumbre de París. Los dirigentes europeos han dejado la opción abierta para elevar el objetivo de reducción de los gases de efecto invernadero durante la conferencia de París. Greenpeace insta a llevar a cabo la transición a un modelo energético sin combustibles fósiles ni nucleares y basado en una economía impulsada por un modelo 100% renovable. De hecho, el buque de la organización, Arctic Sunrise, llega esta tarde a Lanzarote en su tour «La solución a las prospecciones» (3) en el que demuestra que un modelo renovable es la fórmula de un futuro sostenible para el medio ambiente, pero también para la economía y el bolsillo de los ciudadanos (4). NOTAS: (1) Según las encuestas, los europeos apoyan de forma mayoritaria objetivos estatales en favor de las energías renovables y políticas de eficiencia energética firmes. Un ejemplo de ello es el . (2) Detalles del acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo del 23-24 de octubre de 2014: Los jefes de Estado de la UE han acordado tres nuevos objetivos para 2030: uno en reducción obligatoria de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 40% comparado con 1990 sin créditos de compensación, es decir: la reducción de emisiones tendrá que producirse dentro de cada país europeo, no se podrán compensar con créditos de emisión obtenidos fuera; otro objetivo obligatorio para aumentar la cuota de energías renovables en el mix energético europeo a al menos un 27% y un objetivo indicativo de aumento de la eficiencia energética en un 27%, que se revisará en 2020 y podría aumentar a un 30%. También se ha adoptado un objetivo para aumentar la interconexión dentro del mercado, a un 15% para 2030, lo que permitirá que zonas como la península ibérica pueda estar conectada al mercado eléctrico europeo. Para los países de ingresos más bajos de la UE, como Polonia, el acuerdo incluye un mecanismo financiero para apoyar las inversiones en «la modernización y la eficiencia energética». En el pasado, estos fondos se han empleado negativamente, para apoyar plantas de carbón. Varias industrias seguirán recibiendo gratis derechos de emisión, aunque los detalles sobre el funcionamiento del mercado de emisiones de la UE no se conocerán hasta que, el año que viene, se finalice la legislación para implementar los objetivos a 2030. En 2009, la UE se había comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 80-95 % para 2050 y así evitar los peores impactos del cambio climático. Para lograr esta reducción, se pusieron en marcha tres objetivos para 2020: uno obligatorio de reducción de las emisiones de GEI en un 20%, un objetivo obligatorio de aumento de la proporción de energías renovables en el mix energético a un 20% y uno indicativo de impulso de la eficiencia energética en un 20%. (3) España importa el 86,2% de su energía del exterior. (4) con el rompehielos Arctic Sunrise. (5) Informe elaborado por la consultoría independiente Abay Analistas para Greenpeace.